Una bebida hecha tarta. A los amantes de la leche merengada esta tarta les va a encantar. Perfecta como postre de verano y sin muchas complicaciones. No hay excusas para darse un capricho.
INGREDIENTES
- 500 ml leche semidesnatada
- 400 ml nata para montar
- 200 grs de azúcar
- 2 sobres de cuajada Royal
- Canela en rama (1)
- La corteza de un limón
- 250 grs galletas de canela (tipo Napolitanas)
- 65 grs mantequilla
PREPARACIÓN
Preparar la base. Para ello utilizar un molde desmontable. Colocar el aro directamente sobre la bandeja o plato en la que se vaya a presentar la tarta. Forrar las paredes del aro con papel de horno ( yo lo hago para facilitar el desmoldaje). Lo ideal seria colocar por todo el contorno una tira de acetato, las paredes de la tarta quedarían perfectas, pero como donde yo vivo no es fácil de encontrar, recurro al papel vegetal, que "pego" con un poco de mantequilla.
Triturar las galletas. Puede hacerse utilizando un robot de cocina o la "brava": se meten las galletas en una bolsa de congelado y se les da una "paliza" con el palo del mortero, con los puños o con un martillo hasta convertirlas en polvo. Derretir la mantequilla, unos segundos en el microondas, y mezclar con el polvo de galletas hasta que esté húmedo. Poner esta masa en la base y repartirla uniformemente por todo el fondo ayudándose de los dedos y de una cuchara. Debe quedar bien repartida y compacta. Meter en el frigorífico mientras se prepara el relleno.
Mezclar los 2 sobres de cuajada con la mitad de la leche fría, cuidando de que no quede ningún grumo. Calentar el resto de la leche, la nata, el azúcar, el palo de canela y la piel de limón en un cazo. Cuando empiece a hervir, apartar del fuego, tapar el cazo con un plato y dejar infusionar durante unos 10 minutos para que tome el sabor del limón y la canela. Pasado ese tiempo, retirar la canela y la piel de limón, volver a calentar y, antes de que rompa a hervir, añadir la leche con la cuajada disuelta, removiendo sin parar. Mantener un hervor suave durante un minuto y retirar del fuego
Al día siguiente, desmoldar con cuidado y decorar con unos círculos de almendra caramelizada, canela molida y unos palitos de canela en rama . Para hacer los círculos, podemos ayudarnos de unos aros de emplatar, colocandolos con cuidado sobre la tarta. Primero se hace uno grande con los trocitos de almendra y, sobre él, otro más pequeño de canela molida. Y si no queréis complicaros, simplemente espolvorear un poco de canela por encima de toda la tarta.