Estos panecillos son perfectos para un antojo o una urgencia: que queremos comer pan y no queda ni un cuscurro ni hay una tienda abierta donde ir a comprarlo, que se presentan los amigos o la familia en casa y piden pan ... pues seguro que en la despensa tenemos un sobre de levadura y podemos esperar 30 minutos para, voilá, tener pan recién hecho.
- 280 grs de harina
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 67 grs de mantequilla
- 1/2 sobre de levadura (8 grs)
- 150 ml de leche desnatada
- 50 grs de aceitunas negras
Tamizar la harina junto a la levadura, el azúcar y la sal. Trocear las aceitunas negras y añadirlas a los ingredientes anteriores. Incorporar la mantequilla e ir cortándola con un cuchillo al mismo tiempo que la mezclamos con la harina. Deben quedar trocitos de mantequilla no más grandes que un guisante.
Verter la leche de una sola vez y mezclar durante 20-30 segundos como máximo, lo suficiente para que la harina se humedezca. Pasar la masa a la encimera y amasar con energía durante otros 30 segundos. Es importante trabajar la masa con rapidez y brevedad. El resultado es una masa muy manejable y elástica. Hacer una bola y partirla en cuatro porciones. Convertir cada porción en un rulo de aproximadamente un 1,5 cm de diámetro y unos 20 cm de largo, que cortaremos en cuatro trozos. Colocar los trozos sobre papel vegetal en la bandeja de horno y hornear durante unos 20-25 minutos (dependiendo del horno y de si os gusta el pan más o menos tostado).
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