Mi madre y mis tías tienen un pequeño terreno con castaños y todos los años llegando el otoño hay castañas en casa. Yo tengo que confesar que este es un fruto seco que, sin disgustarme, nunca ha llamado demasiado mi atención. Pero en el blog no he querido dejar la ocasión de preparar algo con ellas. Como siempre, me puse a investigar posibles preparaciones y me decidí por esta tarta que vi en Gastrononía en verso, que me entro inmediatamente por los ojos.
El resultado no ha podido ser más satisfactorio, una tarta con una textura diferente, nada empalagosa y la mezcla de chocolate y castañas, simplemente deliciosa. Esta tarta acabará siendo uno de mis referentes gastronómicos del otoño.
Como estaba sola en casa cuando la prepare, he adaptado los ingredientes para unas 4 personas ( la mitad de la tarta se la pase a los vecinos) pero igualmente habría suficiente para seis y si os gusta disfrutar de un buen trozo de tarta, os la coméis entre dos. Yo solita, me comí media !!! no toda de una vez, eso sí. Esta muy, muy rica.
- 10 galletas María hojaldradas
- 40 grs de mantequilla
- Chocolate para fundir
- 150 grs de castañas
- 150 grs de requesón
- 60 grs de azúcar
- 2 huevos
- 100 ml de nata
- 100 ml de leche
En la receta original, a la base de galletas se añadía un chorrito de Brandy, yo he preferido no echarlo.
PREPARACIÓN
Primero forrar con papel de horno el fondo de un molde desmontable ( yo he utilizado uno pequeño, de 16 cm. de diámetro).
Preparar la base de la tarta. Triturar las galletas hasta reducirlas a polvo. Si no tenéis con que triturarlas, se hace a mano: meter las galletas en una bolsa de congelados y empezar a golpearlas con el rodillo de cocina , con el puño, vamos, con un objeto contundente. Se tarda un poco más pero el resultado es el mismo.
Derretir la mantequilla y añadirla al polvo de galletas, mezclar hasta que quede bien integrada y quede una masa húmeda.
Forrar con esta masa el fondo del molde, extendiéndola bien. Yo primero la extiendo con la mano y después me ayudo del reverso de una cuchara. Intentar que quede una capa uniforme, del mismo grosor en toda la base.
Introducir en horno a 170 º, durante unos diez minutos.
Derretir un poco de chocolate para fundir ( unos 80 grs) y cubrir con él la base de galletas. Si no sois muy chocolater@s, podeis omitir este paso pero, para mi, le da un toque exquisito.
Pelar las castañas y cocerlas. La cocción además de ablandarlas hará que la piel salga con mucha facilidad.
Una vez cocidas, las trituramos hasta obtener una pasta. No os preocupéis si algún trocito queda más entero, mucho mejor.
En un bol mezclar el resto de ingredientes y añadir las castañas trituradas.
Verter esta mezcla ( no queda espesa, es más bien líquida) en el molde y hornear a 170º C hasta que, al pincharla, el cuchillo o el palillo salga limpio. En la receta original habla de treinta minutos de horneado a 175ºC pero yo tuve que dejarla una hora. Ya sabéis que cada horno es un mundo. Una vez fuera del horno, la dejar enfriar y si queréis podéis adornarla con unos hilos de chocolate fundido.
Una vez fría, meterla en la nevera durante 24 horas.
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